El rey D. Juan II de Castilla, y su mujer, Dª María de Aragón, han presidido el entierro de la Sardina del VI Centenario, que ha reunido esta tarde a numeroso público a lo largo del desfile que se ha celebrado entre la Plaza Mayor y la plaza de la Puerta de Toledo. Muchos ciudadrealeños no han querido faltar a la tradición de participar, ataviados de riguroso luto, en el tradicional entierro de la sardina de los carnavales de la capital, este año dedicada al VI Centenario de la proclamación como “Ciudad” a Ciudad Real.
A lomos de su caballo de mar, y en una actitud muy parecida a como Sergio Blanco imaginó a D. Juan en su escultura de los Jardines del Torreón, la Sardina del Centenario ha sido acompañada por numerosos miembros de las peñas de
Ciudad Real hasta ser incinerada en la pila dispuesta junto a la Carpa del Carnaval. Para aliviar las penas por su pérdida, los vecinos y vecinas han podido disfrutar de una sardinada de 300 kilos a cargo de la Federación de Peñas “Alarcos”.
Pasadas las 18:30 de la tarde partía desde la Plaza Mayor un desfile carnavalesco con la corte real y malabares de fuego del grupo de animación “Humo de Colores” que recorría la calle Toledo, acompañados de una charanga. La finada ha sido trasladada hasta la hoguera, a hombros de las Peñas de Ciudad Real, que mostraban apesadumbradas su dolor por la muerte.
La concejala de Festejos, Eva María Masías, reconocía que el carnaval no termina en Ciudad Real porque “aún nos espera el Domingo de Piñata, pero queremos dar esta quema a la sardina para decir adiós a este lunes y martes de Carnaval que han sido un éxito en este primer año de la recuperación de la carpa. Es una sardina que hace homenaje a la escultura ecuestre de Juan II en el Torreón, y el caballo tiene que ser de mar, porque nuestra sardina hasta hace pocas horas estaba disfrutando en el mar. Despedimos 600 años de sardina feliz en el mar, donde antes no había tantos plásticos, y hoy se nos marcha pero con una sonrisa que eso también nos anima”.